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Consejos para encuestas

Cómo crear encuestas más incluyentes

Cómo crear encuestas más incluyentes

La inclusión es un elemento importante para cultivar un entorno laboral diverso y tratar la desigualdad sistémica en todas las industrias. Además, es la clave para crear mejores encuestas. 

Las encuestas incluyentes se basan en la empatía, el respeto y los objetivos claros, desde el lenguaje que utilizan hasta lo accesibles que son. Una encuesta es inclusiva cuando estás consciente de cómo hacer preguntas sobre religión, orientación sexual e identidad de género, o cuando consideras la experiencia de las personas a las que encuestas desde diversas perspectivas. Al tomar este tipo de decisiones y darle prioridad a la inclusión, marcas una gran diferencia en el impacto de tus encuestas. Prepararás el terreno para obtener datos enriquecidos, te asegurarás de que todas las personas se sientan valoradas y reflejarás el compromiso de tu organización con la diversidad, la equidad y la inclusión.

Entonces, ¿cómo te puedes asegurar de que tus encuestas sean incluyentes? Si bien no hay una fórmula específica, estos son algunos principios importantes que debes considerar: 

Las preguntas demográficas están relacionadas con el contexto de tus encuestados, incluidas cuestiones como la edad, el género, la orientación sexual y el origen étnico. Aunque estas preguntas te ayudan a entender con mayor claridad a tu público, ahondar en las identidades en términos de diversidad, igualdad e inclusión puede parecer muy personal. Eso no significa que debas evitar estas preguntas, pero debes saber por qué las estás haciendo y cómo usarás los datos que obtengas a partir de ellas. Aclarar esta cuestión te ayudará a redactar mejores preguntas y que estas tengan una mejor intención. 

Por ejemplo, tal vez quieras usar esta pregunta cerrada: “¿Te identificas como lesbiana, gay, bisexual o transgénero?” Si bien esta pregunta arrojará un estimado general de las personas de la comunidad LGBTQ, no considerará a las personas que se identifican como transgénero y heterosexuales. Si quieres entender las identidades de tus encuestados a ese nivel tan específico, tendrás que reformular la pregunta de una manera más incluyente. 

Claro que si haces preguntas sobre origen étnico, religión o identidad de género, siempre corres el riesgo de que tus encuestados no se identifiquen con ninguna de tus opciones de respuesta. Una forma de evitar esta situación (y de hacer que las preguntas para recopilar información demográfica sean más inclusivas) es agregar una opción para que los encuestados puedan escribir su propia respuesta. Esto les dará visibilidad e incluso te dará ideas para tener opciones de respuesta en el futuro. 

Aunque muchos encuestados estarán dispuestos a responder las preguntas demográficas sin problema, es posible que otros se sientan más cómodos al compartir esa información si entienden por qué haces esas preguntas y qué uso se les dará a las respuestas. Puedes proporcionar un poco de contexto con una presentación para la encuesta que explique el tema y objetivo de esta. Si una librería pregunta sobre el origen étnico o la religión de sus encuestados, podría recibir más respuestas si se menciona en la encuesta que los datos se usarán para surtir el inventario o planear los programas comunitarios de una manera relevante para sus clientes.

Al completar una encuesta, a nadie le gusta sentirse forzado a responder una pregunta incómoda. De hecho, nuestra investigación descubrió que el 27 % de los encuestados dijo que no poder omitir una pregunta es motivo suficiente para abandonar una encuesta. Si muchas personas la abandonan, tus resultados sufrirán las consecuencias. Terminarás con menos datos y los que obtengas muy probablemente serán datos homogéneos y, por lo tanto, menos valiosos.

En lugar de hacer que todas las preguntas de tu encuesta sean obligatorias, permite que los encuestados omitan preguntas. Esta sencilla acción respetará sus límites, permitirá que sigan respondiendo a conciencia la encuesta y reducirá la posibilidad de que se fastidien

La lógica de exclusión te permite enviar a los encuestados a una pregunta o página determinada en función de su respuesta a una pregunta específica de la encuesta. Al usar esta función, crearás experiencias personalizadas en las que los encuestados solo verán las preguntas que se apliquen a su caso. Esto es especialmente útil para crear encuestas incluyentes. 

Por ejemplo, digamos que en una encuesta se pregunta sobre la afiliación religiosa y un encuestado selecciona “Hindú”. Si a ese encuestado después se le pregunta cuál es su tradición navideña favorita o con qué frecuencia va a la iglesia, es posible que sienta que su respuesta no es importante o que no forma parte del público objetivo al que está dirigida la encuesta. Incluso podría abandonar tu encuesta al primer indicio de estar respondiendo preguntas irrelevantes.

Puedes usar la lógica de exclusión para personalizar la experiencia de los encuestados y asegurarte de que sientan que valoras su tiempo y sus respuestas. Esta función también te ayudará a entender mejor los antecedentes y las experiencias de tus encuestados para que puedas crear más encuestas basadas en esas percepciones.

El lenguaje es una herramienta muy poderosa y las palabras y frases que solemos usar pueden excluir, ofender o marginar, sin darnos cuenta, a algunas personas. Para evitar que suceda esto en tus encuestas, es importante que las preguntas usen un lenguaje incluyente. Según lo explica la Linguistic Society of America, este es un lenguaje que “reconoce la diversidad, transmite respeto hacia todas las personas, es sensible a las diferencias y promueve las oportunidades igualitarias”. 

Existen muchas formas de poner esto en práctica. Revisa estas pautas para asegurarte de que el lenguaje de tu encuesta es inclusivo:

Toma en cuenta el contexto, la historia y las repercusiones 

No siempre estamos conscientes de cómo se perciben las palabras y frases comunes. Por ejemplo, si un cliente realiza una encuesta sobre discriminación y, al preguntar sobre la lengua indígena del encuestado, usa la palabra “dialecto”, es probable que el cliente no sea consciente de que existe una carga racista detrás de ese término.

Pon atención a las palabras y frases que podrían tener connotaciones no deseadas para que puedas intercambiarlas por términos más específicos y precisos. También es mejor evitar modismos, lenguaje coloquial o palabras que podrían tener significados diferentes según el grupo de personas. 

No definas lo que es “normal”

A medida que redactes las preguntas de tu encuesta, intenta no establecer ciertas ideas o identidades como “normales”. Un ejemplo de esto es el uso del “masculino genérico”. Esto se refiere a cuando las palabras o pronombres masculinos se usan como una forma “neutral” de comunicación, como cuando se pregunta a las personas sobre su jefe y si este promueve un entorno laboral favorable (para obtener más información sobre cómo usar el lenguaje no sexista, consulta el manual del Instituto Nacional de las Mujeres). Trata de evitarlo siempre y cuando otras posibles soluciones no entorpezcan la lectura ni dificulten la comprensión por parte de la persona encuestada. Otro ejemplo es suponer que todo tu público objetivo cuenta con un título universitario, un trabajo o una casa. 

Básate en recursos de expertos

¿Hay algo que quieras saber, pero no sabes cómo formular la pregunta? Consultar recursos como la Guía para el uso del lenguaje inclusivo desde un enfoque de derechos humanos y perspectiva de género del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia o la Guía y recomendaciones sobre lenguaje incluyente del Instituto Nacional Electoral es una excelente manera de verificar tu lenguaje. Asimismo, puedes usar las preguntas de nuestro banco, las cuales incluyen una variedad de temas delicados, como grupos étnicos o afiliación religiosa, y todas están escritas por nuestros propios expertos en metodología de encuestas. 

Banco de preguntas

Recuerda que siempre es una buena idea que tú y tus colaboradores echen un vistazo a tu encuesta antes de enviarla, en especial si quieres confirmar que tu lenguaje es objetivo y respetuoso. Tus colaboradores te proporcionarán información y perspectivas nuevas a medida que revisen las preguntas. Además, es probable que detecten cosas que tú no habías notado.

Hay muchas cosas sencillas pero impactantes que puedes hacer para que tus encuestas sean accesibles para una variedad más amplia de personas. ¿Quieres escribir contenido accesible? Redacta preguntas claras y concisas. Si hay información que los encuestados solo pueden obtener al observar una imagen, intenta incluir contexto en la pregunta. Si personalizas tu encuesta con las funciones de color y diseño, asegúrate de que los contrastes de color sean legibles e intenta que tu diseño sea tan inclusivo como sea posible. Por último, antes de terminar tu encuesta, revísala con nuestra lista de verificación para encuestas accesibles.

Esperamos que estos consejos te ayuden a establecer un punto de referencia para crear encuestas más incluyentes. Ten presente que siempre hay mucho que aprender para pensar, y encuestar, de manera más inclusiva.