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¿A qué le temen las personas? Pista: No tiene que ver con la familia ni los amigos

¿A qué le temen las personas? Pista: No tiene que ver con la familia ni los amigos

¿Qué te da miedo a ti?

¿Tus temores están relacionados con el trabajo? ¿Con tus amigos o familia? ¿O son tan específicos y aleatorios como tenerle miedo a una serpiente de cascabel?

A fin de descubrir qué es lo que no nos deja dormir por la noche, presentamos varias situaciones hipotéticas a 568 personas en SurveyMonkey Audience y les preguntamos qué escenarios preferirían.

Así que prepárate para nuestra revelación. Los resultados podrían despertar tus miedos más ocultos.

SurveyMonkey Audience puede ayudarte a obtener las respuestas directamente de tu mercado objetivo.

¿Crees que las películas de terror que veías cuando eras niño son cosa del pasado? Pues no.

Más de 3 de cada 5 personas preferirían perder un costoso vuelo internacional antes que dormir en una casa embrujada una noche, sin compañía.

Además, nuestros encuestados tienen una lista al parecer interminable de escenarios y razones que los llevaron a tener miedo de las serpientes y arañas. Por ejemplo:

“¡Las arañas fueron creadas por el diablo!”

Esto dijeron los demás:

  • “Tener una araña peluda gigante encima es la situación más aterradora que me pudiera pasar”.
  • “Estar encerrado en una habitación con montones de arañas es mi peor pesadilla”.
  • “Las serpientes que pueden provocar la muerte me asustan muchísimo”.

¿Qué debemos aprender de esto? La próxima vez que salga una película de terror cuya trama gire alrededor de arañas, serpientes o casas embrujadas, no la veas... ¡A menos que no quieras dormir por la noche!

Más de la mitad de la población mundial utiliza Internet. La cantidad de personas que usa teléfonos inteligentes y el tiempo que pasa usándolos aumenta constantemente. Además, las personas acceden a docenas de aplicaciones en sus teléfonos cada mes.

Aun así, a pesar de nuestra dependencia cada vez mayor de los teléfonos, parecería que no nos molesta la idea de vivir sin ellos.

Tres de cada cuatro personas preferiría pasar un mes sin su teléfono que estar un semana encerrado y solo. El 80 % prefiere vivir sin su teléfono inteligente que perder el dedo meñique del pie. Lo que probablemente no resulte sorprendente es que los adultos jóvenes (de 18 a 29 años) muestran una tendencia menos marcada: solo el 70 % está dispuesto a sacrificar su teléfono para salvar su dedo meñique del pie. Esto podría atribuirse al hecho de que cada vez usan más y más sus teléfonos.

Los adultos jóvenes intentan desesperadamente evitar situaciones laborales no deseadas y tienen más probabilidades de tomar medidas drásticas para evitarlas que sus colegas mayores:

  • El 19 % de los adultos jóvenes (de 18 a 29 años) llegaría a extremos tales como comer una araña antes que asistir a una reunión aburrida de 3 horas, en comparación con el 8 % de los adultos mayores (de 45 a 60 años).
  • El 41 % de los adultos jóvenes preferiría dar una presentación frente a un grupo de 300 personas que estar encerrado en un armario durante 10 minutos. En cambio, el 59 % de los adultos mayores prefiere dar una presentación antes que quedarse encerrado en un armario. Como verás no dejan que el pánico escénico se apodere de ellos... 

….salvo cuando se trata de encontrar el amor.

  • Una situación romántica incómoda con un compañero de trabajo no da tanto miedo como llamar a tu pareja por un nombre que no es el suyo. Dos de cada tres personas prefiere hacerle saber a un compañero de trabajo que le gusta en una aplicación de citas y que esta situación sea recíproca que llamar a su pareja por otro nombre. Por su parte, los jóvenes adultos incluso podrían querer concretar una cita, ya que el 80 % de ellos prefiere coincidir en una aplicación de citas con un compañero de trabajo. 

Aun cuando la tecnología y el uso de esta continúe evolucionando, es probable que las cosas que te dan miedo no cambien. Las encontrarás trepando por tu ventana y deslizándose por debajo de la puerta.

Estas son algunas otras cosas que descubrimos: