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Silueta blanca de Goldie, la mascota de SurveyMonkey

La lógica de exclusión es una función que cambia la pregunta o la página que el encuestado verá luego en función de su respuesta actual. La lógica de exclusión, también conocida como “ramificación condicional” o “lógica ramificada”, crea un camino personalizado dentro de la encuesta que varía en función de las respuestas de los encuestados. Este patrón de exclusión variará en función de las reglas que definas para los encuestados.

¿Te preocupa que los encuestados vean preguntas que no se aplican a su situación? ¿Quieres asegurarte de que tu encuesta esté lo más adaptada posible a tus encuestados? Ya sea que lances una nueva campaña publicitaria, evalúes la satisfacción del empleado u organices el transporte en un vehículo compartido, la lógica de exclusión permite ahorrar tu tiempo y el de tus encuestados, además, garantiza que obtengas las respuestas correctas sin confundir a nadie con preguntas innecesarias. ¿Cómo funciona? Con la lógica de exclusión, puedes cambiar qué pregunta o página verá luego un encuestado en función de cómo responda la pregunta actual. Independientemente del caso de uso, agregar la bifurcación condicional agiliza y facilita el proceso de encuesta para tus encuestados. Es una manera más de obtener percepciones con facilidad.

  • Lanzamiento de productos nuevos. ¿Deseas saber si tu nuevo detergente para ropa o barra con proteínas se va a vender bien? Utiliza la función de lógica de exclusión o haz preguntas condicionales para evaluar quiénes estarían más dispuestos a comprar tu producto nuevo, y DESPUÉS pregúntales qué piensan sobre tu marca.
  • Satisfacción de los empleados. ¿Deseas saber si valió la pena concertar citas con el nutriólogo para tus empleados? Utiliza la lógica de exclusión para averiguar quiénes acudieron realmente y cómo les fue en la cita.
  • Asignación de tareas. Averigua si los padres voluntarios prefieren acompañar a los menores en los viajes de estudio o participar en la venta de alimentos para recaudar dinero. Una vez que conozcas la respuesta, utiliza la lógica de exclusión para obtener sus preferencias con respecto a las fechas y los horarios, si eligen ir al zoológico o al museo, o si planean hornear pan de plátano o brownies.
  • Planificación de eventos. ¿Estás tratando de determinar cuántos proyectores y artículos de papelería necesitarás para tu próximo taller? Pregúntales a los presentadores que es lo que necesitarán, por cuánto tiempo o qué cantidad. Pregunta a los participantes si se quedarán a almorzar antes de preguntarles acerca de si comerán comida vegetariana.
  1. Encuestas personalizadas. Si una pregunta no se aplica al caso del encuestado, este no sabrá cómo responderla. Por lo tanto, si José no tiene un teléfono inteligente, pedirle que califique las últimas cinco aplicaciones que descargó en su teléfono inteligente es bastante irrelevante. Formular una pregunta irrelevante, como la anteriormente mencionada, probablemente hará que el encuestado proporcione una respuesta al azar o que se frustre y cierre la encuesta. Principalmente, los encuestados no quieren ver preguntas que no se aplican a su caso.
  2. Breve y agradable. Todas las personas prefieren una encuesta más breve. Ofrecerles a las personas menos preguntas para completar significa mayores tasas de finalización y respuestas más meditadas. Si deseas saber sobre el nivel de satisfacción en el uso de autobuses y los trenes, y María solo utiliza autobuses mientras Susana solo utiliza trenes, es más probable que ambas terminen la encuesta sobre transporte público y te ofrezcan el comentario meditado que buscas si solo tienen que responder preguntas sobre el tipo de transporte público que en realidad utilizan. Respeta el tiempo de los encuestados para que el volumen y la calidad de tus datos sean mejores.
  3. Sigue el ritmo. Las preguntas innecesarias interrumpen la conversación. Las encuestas son como conversaciones, y las preguntas que no corresponden producen distracciones. Si hablaras con una amiga sobre la degustación de vinos y ella te dice que no bebe, probablemente cambiarías de tema por otra experiencia más importante para tu amiga. Insistir en hablar sobre algo que no se aplica a su caso haría que la conversación se tornara incómoda, lo mismo ocurre con una conversación impresa.