Imagina esta situación: Trabajas en el área de ingeniería de productos para una empresa automotriz; acabas de terminar de diseñar la última línea de autos (¡felicidades!) y ahora necesitas averiguar cómo comercializar tu nueva marca en el mundo. Mmm, ¿cómo haces eso? Con SurveyMonkey, por supuesto.
La primera pregunta que quieres hacer es: "¿qué tan agradable es tu trayecto hacia el trabajo?" Sin embargo, esto no aplica para todos.
Hacer esta pregunta a las personas que no conducen al trabajo causará lo siguiente:
- Que la encuesta quede más larga sin motivo alguno, lo cual no es bueno. Las encuestas más largas aumentan las probabilidades de que las personas se distraigan o incluso las abandonen.
- Que tus datos se arruinen. Las personas que no conducen al trabajo no tienen idea de cómo responder esta pregunta, por lo que elegirán una respuesta al azar.
¿Cómo resuelves estos problemas?
Puedes:
- Agregar una opción de respuesta "No tengo ninguna opinión".
- Agregar una opción de respuesta "No aplica".
- Agregar una opción de respuesta personalizada cuando no aplique, como "No conduzco al trabajo".
- Usar la lógica de exclusión. Para ello, pregunta primero a los encuestados si conducen al trabajo. Si responden "sí", verán la pregunta "¿qué tan agradable es tu trayecto hacia el trabajo?". Si responden "no", la omitirán.
¿Qué es lo bueno de estas opciones? Todas ofrecen a los encuestados que no conducen al trabajo una forma de decírtelo.
¿Cuáles son las desventajas? Las primeras tres opciones tienen un gran problema: aumentan el conformismo. Cuando las personas responden nuestra encuesta, queremos que presten atención a cada pregunta. Si se distraen y eligen cualquier respuesta, se dice que hay un fin satisfactorio.
¿Por qué? Las primeras tres opciones aumentan el conformismo porque brindan a los encuestados una salida fácil o una manera sencilla de satisfacer. Al ofrecer las opciones "No tengo ninguna opinión", "No aplica" o "No conduzco", tus encuestados pueden seleccionar una de estas respuestas para no tener que pensar en cómo responder la pregunta.
¿Qué opción de respuesta debería usar?
La lógica de exclusión probablemente es tu mejor opción porque es la única que mantiene la encuesta breve, permite que las personas que no conducen respondan y no da una salida fácil para satisfacer. Imagina que estás conduciendo por una autopista sin salidas; sigues manejando porque tienes que hacerlo y no tienes forma de ir por otro camino. Una pregunta de lógica de exclusión hace que los encuestados continúen y se mantengan concentrados sin darles una salida.
Las opciones "No tengo ninguna opinión", "No aplica" y la respuesta personalizada pueden representar un mayor desafío para los encuestados, ya que hacen que la encuesta sea más larga Y brindan a las personas una manera bastante obvia de satisfacer. Esto quizás no es lo más evidente, porque para algunas preguntas es posible que tengas que pensar un poco si realmente tienes una opinión al respecto o si aplica a tu caso. Por ejemplo, "aplica" podría significar si realmente conduces al trabajo o si tienes una opinión sobre el trayecto que manejas. Imagina que estás conduciendo otra vez por la autopista, pero ahora hay una señal para salir. No es la señal más obvia y es posible que tengas que pensar por una fracción de segundo si es la salida correcta, pero aun así es una manera simple y fácil de salir de la autopista.
Entonces, ¿cuál es la moraleja de la historia de la encuesta? Aunque cada opción de respuesta tenga sus propias ventajas, la lógica de exclusión da lugar a una experiencia de encuesta más fluida para los encuestados. Imagina un viaje con curvas suaves en el camino en lugar de curvas cerradas que podrían llevar a un viaje más accidentado para tus pasajeros.
Ten en cuenta también que tus opciones de respuesta van a variar en función de los objetivos de tu encuesta, por lo que no deberías sentir que la opción de respuesta que elijas te limita.