El Internet está repleto de información sobre el compromiso de los empleados y hay un buen motivo para ello: es un sólido indicador del desempeño de una empresa. Una evidencia de esto radica en la popularidad de las encuestas sobre este tema. De acuerdo con información de Deloitte, más de dos tercios de todas las organizaciones realizan encuestas anuales sobre el compromiso de los empleados.
Las encuestas sobre el compromiso de los empleados, tal como las conocemos la mayoría de nosotros, se remontan a la década de 1920, cuando se les conocía como “encuestas sobre la actitud de los empleados”. Incluso en ese entonces, su utilidad era evidente, pues hubo estudios que mostraban un aumento del 250 % en la cantidad de empresas que las realizaban entre 1944 y 1947. Sin embargo, casi 100 años después, probablemente sea momento de analizar la metodología que aplicamos a nuestras encuestas en la actualidad.
Por eso te presentamos tres motivos para que examines tu encuesta para los empleados.
1. Es muy larga
Shakespeare decía que la concisión es el alma del ingenio. No obstante, los expertos en encuestas podrían decir que la concisión es la clave para obtener datos precisos (y por eso no escriben obras de teatro). Apégate a lo que sabes y punto.
Las encuestas anuales para los empleados tienden a ser extensas; a menudo superan las 50 preguntas (¡y a veces incluso más de 100!). ¿Cuál es el mayor problema? Que las encuestas largas provocan que las personas se aburran, se cansen o se inquieten mientras responden tu encuesta. El resultado es perjudicial, pues las respuestas son falsas y los datos imprecisos.
Como regla general, las encuestas más cortas recopilan respuestas más sólidas.
2. No toma en cuenta a todos los empleados
Otro problema con la mayoría de las encuestas anuales para los empleados es que se realizan en la misma temporada cada año.
Esto no es idóneo por un par de motivos. Uno muy importante es que los empleados van y vienen en el transcurso de un año, por lo que las encuestas anuales podrían no reflejar sus experiencias. Este es un grave error en las empresas con altos índices de crecimiento y deserción, en las que crear o reparar una cultura exitosa depende de escuchar lo que opinan los empleados.
¿Cuál es el otro motivo?
3. No proporciona datos de tendencias
Pregunta 1: ¿Tus empleados constantemente califican a tu empresa con puntajes altos?
Pregunta 2: ¿Tu encuesta anual se lleva a cabo durante las fiestas de fin de año o después de que todos los empleados reciben bonificaciones?
Si respondiste “sí” a ambas preguntas, entonces ya te diste cuenta por qué los datos de tendencias son importantes. Las opiniones de los empleados pueden variar a lo largo del año debido a los factores mencionados y a otros eventos que ocurran dentro (y fuera) de tu empresa. La única forma de ver cómo transcurren estos efectos es encuestar a tus empleados con más frecuencia, lo cual puede significar que tengas que adoptar un enfoque diferente.
Entonces, ¿con qué frecuencia debo encuestar a mis empleados?
Esa es una buena pregunta, y una que incita algunas opiniones polémicas. Durante más de 20 años, en SurveyMonkey nos hemos dedicado a ayudar a crear encuestas. Nuestra experiencia indica que la mejor manera de hacer un seguimiento y mejorar el compromiso de los empleados es enviar encuestas mensuales más breves.