Las ventajas y desventajas de los premios en las encuestas

Si buscas en línea “premios para encuestas”, encontrarás muchos enlaces que se centran en la parte incorrecta de la ecuación: las recompensas.

“Responde encuestas, gana recompensas. Así de fácil.”, dice un resultado. “Encuestas a cambio de dinero”, dice otro. “Gana hasta USD 35 por encuesta”, promete otro más.

Todos sabemos que las personas que no tienen la motivación adecuada para responder una encuesta pueden proporcionar datos de menor calidad porque no les interesan las respuestas. No obstante, los incentivos o premios en las encuestas pueden ser de gran ayuda para recopilar respuestas sin poner en riesgo la confiabilidad de los resultados. Aquí te decimos cómo.

El uso de premios, también conocidos como incentivos, es una forma común de obtener respuestas completas en las encuestas en línea. Los creadores de encuestas ofrecen un incentivo (en muchos casos dinero o un regalo) a cambio de completar el cuestionario.

Lamentablemente, muchas personas también asocian las recompensas con las encuestas de baja calidad, que son completadas por encuestados en serie a quienes lo único que les interesa es recibir el premio al final.

Así que, la cuestión principal es qué tan efectivas son estas recompensas.

La verdad es que ofrecer los tipos adecuados de recompensas a los tipos adecuados de encuestados puede ayudarte a alentar a los públicos a quienes es difícil llegar para que completen la encuesta. Incluso una opción puede ser ofrecer recompensas indirectas que no benefician a los encuestados sino a terceros, como una organización benéfica. (Hablaremos sobre esto más adelante).

Existen un par de situaciones adicionales en las que los premios en las encuestas pueden ser particularmente favorables.

Grupos específicos a los que es difícil llegar. Podrías intentar llegar a poblaciones inusuales que no tienen mucho tiempo para responder una encuesta, como los médicos u otros profesionales.

Los que no responden. Estas son las personas que ya recibieron tu encuesta, pero que aún no la han respondido. Si aún necesitas obtener más respuestas para tener un tamaño de la muestra adecuado, puedes volver a comunicarte con estas personas y ofrecerles un incentivo adicional por completar el cuestionario.

En cualquier caso, no olvides que existen otras formas de aumentar los índices de respuestas sin tener que dar una recompensa a cambio. Este artículo de asistencia sobre el índice de respuestas a una encuesta ofrece algunas sugerencias.

Una vez que hayas decidido que quieres ofrecer premios en tus encuestas, debes tomar unas cuantas decisiones más. ¿Vas a usar incentivos monetarios o no monetarios? ¿Incentivos prepagados o promesas de incentivos? ¿Premios tipo sorteo o premios individuales? ¿Recompensas directas o indirectas?

Los incentivos monetarios son el dinero en efectivo, los cheques, los giros postales, las tarjetas de regalo y los cupones.

Los incentivos no monetarios incluyen obsequios de agradecimiento como un cuaderno o una taza de viaje.

El dinero en efectivo y otros incentivos monetarios son más contundentes para lograr aumentar los índices de respuestas. Además, cuanto más ofrezcas, más respuestas recibirás.

Para decidir cuánto debes gastar, ten en cuenta las limitaciones de presupuesto y tu población objetivo. Por ejemplo, los profesionales y los estudiantes asignan diferentes niveles de valor a su tiempo, y lograr que los primeros respondan tu encuesta será más costoso.

Si eliges una recompensa no monetaria, cerciórate de que sea atractiva para los encuestados. Por ejemplo, probablemente no quieras ofrecer gorras de béisbol como recompensa por responder una encuesta durante una convención en la que es posible que decenas de expositores estén regalando gorras a cualquiera que pase por su stand.

Los encuestados reciben su recompensa antes de siquiera completar la encuesta.

Solo los encuestados que hayan completado el cuestionario recibirán la recompensa.

Puede que suene contradictorio, pero las investigaciones muestran que los incentivos prepagados son más eficaces para aumentar los índices de respuestas en comparación con las promesas de incentivos. Desde luego que el método de los incentivos prepagados es más costoso (ya que nada te garantiza que todas las personas que obtengan una recompensa completarán el cuestionario) y además, es más difícil de implementar con las encuestas en línea. Por otro lado, las promesas de recompensa son más fáciles de aplicar, pues pueden ser un certificado de regalo enviado por correo electrónico o un regalo enviado por correo postal.

Puedes emplear concursos, rifas o loterías para otorgar el premio a un número menor de personas.

Otorgas una recompensa a cada participante de la encuesta.

Los incentivos individuales ofrecen una compensación más directa a cada encuestado, pero los sorteos pueden ser una opción cuando tu presupuesto es limitado. Sin embargo, existen algunas complicaciones. En primer lugar, no se ha demostrado su efectividad. En segundo lugar, implican requisitos legales que varían según el estado y el país, así que debes obtener asesoría legal para cerciorarte de no estar infringiendo la ley.

Estas incluyen todas las recompensas (monetarias o no monetarias) que recibe el encuestado, e implican los riesgos que explicamos anteriormente.

Te proporcionan una alternativa que puede aumentar los índices de respuestas sin alentar a los conformistas. En lugar de recompensar al encuestado directamente, ofreces hacer una donación benéfica en su nombre.

La ventaja de las recompensas indirectas es que los encuestados no se apresuran a responder la encuesta por interés propio. Además, obtienes más respuestas que si no hubieras ofrecido una recompensa.

Como puedes ver, los premios son una herramienta eficaz que puede ser útil para los creadores de encuestas después de planear y evaluar cuidadosamente sus ventajas y desventajas. Sin duda, son una herramienta que conlleva algunos riesgos pero también recompensas.

Sin embargo, incentivar también implica varios riesgos.

Los siguientes son algunos ejemplos de cómo los premios para encuestas pueden perjudicar los resultados cuando no se usan de manera adecuada.

Tu recompensa puede atraer a la clase incorrecta de encuestados. Por ejemplo, imagina que tienes una tienda de mascotas y quieres saber cómo mejorar diversas áreas de servicio, como los horarios, el personal, la presencia en línea, etc. Necesitas que los dueños de mascotas en tu área respondan la encuesta y, si no sabes a quién le estás enviando la encuesta, es posible que les termine llegando a personas que aceptarán tu recompensa incluso si no tienen mascotas.

Ten cuidado con las personas que solo buscan obtener una recompensa. En el sector de las encuestas, se les conoce como conformistas. Son personas que se apresuran a responder los cuestionarios solo para cobrar una recompensa, e incluso pueden falsificar su identidad para poder participar en más encuestas.

Las recompensas para encuestas no son una fórmula mágica. La investigación académica sugiere que las personas que recibieron una recompensa por completar una tarea esperarán otra recompensa la segunda vez que les pidas que hagan lo mismo. Esto podría dificultar tus intentos de realizar encuestas continuas con el mismo grupo de personas. Por lo tanto, usa recompensas cuando necesites una encuesta rápida y única, pero evítalas si tu proyecto requiere una serie de encuestas similares a lo largo del tiempo.

Los incentivos pueden ser contraproducentes. Los investigadores en psicología demostraron que los incentivos, y en especial el dinero en efectivo, pueden desmotivar a las personas en lugar de incentivarlas para que hagan algo. Obtener respuestas de personas que realmente no están tan interesadas podría perjudicar la calidad de tus datos.

Las recompensas pueden introducir sesgos en tus resultados. Supongamos que ofreces un descuento en las tarifas de tu hotel a los clientes que completaron una encuesta al final de su estancia. A quienes no hayan disfrutado su estancia probablemente no les interese regresar y, por lo tanto, tampoco el descuento. Así que terminarás perdiendo comentarios importantes de los clientes cuya experiencia más necesitas mejorar.

Consultamos muchas fuentes para que tú no tengas que hacerlo. Echa un vistazo a nuestro blog si deseas obtener más información acerca de la investigación académica sobre las recompensas para encuestas.

Como puedes ver, los premios para encuestas no siempre son una buena idea, pues pueden empeorar la calidad de los resultados. Para averiguar si realmente necesitas usarlos, puedes hacerte las siguientes preguntas:

¿Cuál es mi población objetivo? Si ya conoces a tu público (clientes existentes, por ejemplo) y tienes acceso a ellos, ofrecer una recompensa puede simplificarte las cosas. Lo que buscas es alentar a esos valiosos encuestados a completar tu encuesta. Pero si la envías a cualquier persona, el costo de ofrecer recompensas a cada una de ellas puede que no esté justificado.

¿Cuál es mi relación con los encuestados?No es necesario que ofrezcas premios a las personas que ya se sienten obligadas a responder, como los estudiantes que reciben una encuesta de su profesor. Pero si el que respondan tu encuesta únicamente depende de la buena voluntad de los encuestados, hacer la oferta más atractiva por medio de una recompensa puede generarte más respuestas.

¿Mi tema les interesa a los encuestados? Las personas involucradas o comprometidas con un problema particular quieren que se escuche su voz. Por ejemplo, es muy probable que los vecinos de un área determinada respondan un cuestionario sobre la necesidad de un nuevo parque en su vecindario. No necesitarán un estímulo adicional para compartir sus opiniones.

¿Qué tan larga y compleja es mi encuesta? Si pides a las personas que respondan diez páginas de preguntas abiertas que requieren un poco de reflexión y algunos minutos para redactar las respuestas, podría ser útil ofrecerles algo extra para demostrarles que valoras su tiempo.